El paso de la Gran Moderación a la Gran Estanflación según Roubini (agosto 2022)

Muy interesante el artículo que ha publicado Nouriel Roubini en Project Syndicate sobre el fin de una etapa que podría denominarse “Gran Moderación” para pasar a otra de una hipotética “Gran Estanflación”. A continuación, os resumo las principales aportaciones de dicho artículo.

Veamos en qué consistió esta etapa de Gran Moderación (aproximadamente, entre 1990 y 2008). Tras la estanflación en la década de 1970 y primeros años de 1980, vino un periodo caracterizado por una inflación reducida en las economías avanzadas y un crecimiento económico relativamente estable con recesiones cortas y poco profundas. La razón fundamental radicó en la gran cantidad de impactos positivos desde el lado de la oferta, que aumentaron el crecimiento potencial y redujeron los costes de producción, conteniendo así a la inflación. Durante la era de hiperglobalización posterior a la Guerra Fría, China, Rusia y otras economías emergentes se integraron cada vez más en la economía mundial proporcionando bienes, servicios, energía y productos básicos a bajo coste. Las migraciones a gran escala desde el Sur al Norte pusieron freno a los salarios en las economías avanzadas, las innovaciones tecnológicas redujeron los costes de producción de muchos bienes y servicios, y la relativa estabilidad geopolítica permitió la asignación eficiente de la producción (deslocalización) a lugares más baratos sin que hiciera falta preocuparse por la seguridad de las inversiones.

Todo cambió con la Gran Recesión de 2008 y la recesión de 2020 provocada por el COVID-19. Sin embargo, durante el último año, debido a una combinación de factores de oferta y de demanda han aparecido tensiones inflacionistas. Por el lado de la oferta, se ha producido una importante reacción contra la hiperglobalización que ha incentivado la aparición de políticos populistas que apuestan por medidas proteccionistas. Este renovado proteccionismo (tanto desde la derecha como desde la izquierda) está restringiendo el comercio y los flujos de capital; las tensiones políticas (internacionales y locales) están impulsando un proceso de reversión de la deslocalización; la resistencia política a la inmigración ha restringido el movimiento mundial de personas y esto conlleva un aumento de los salarios; por cuestiones estratégicas y vinculadas con la seguridad nacional, los flujos de tecnología, datos e información se han reducido aún más; y las nuevas normas laborales y ambientales —independientemente de su importancia— dificultan tanto el comercio como el desarrollo de nuevas construcciones. Respecto a la demanda, el incremento de la desigualdad ha supuesto medidas de apoyo a los trabajadores más desfavorecidos que, independientemente de las buenas intenciones con las que se hayan implementado, están generando una espiral de inflación de precios y salarios.

¿Por qué esta balcanización de la economía mundial es estanflacionaria? El autor menciona las siguientes razones:

1. El envejecimiento demográfico, no solo en los países desarrollados sino también en grandes economías emergentes como China. Los jóvenes suelen producir y ahorrar mientras que las personas de más edad gastan sus ahorros.

2. Situación geopolítica actual. La invasión rusa de Ucrania y la correspondiente respuesta de Occidente trastocaron el comercio de la energía, los alimentos, los fertilizantes, los metales industriales y otros productos básicos. La desvinculación entre Occidente y China se acelera en todas las dimensiones comerciales (bienes, servicios, capital, trabajo, tecnología, datos e información). Además, la situación podría complicarse más si aumentasen las tensiones entre Irán (programa nuclear) e Israel.

3. Debilitamiento del dólar estadounidense como principal moneda de reserva mundial.

4. Cambio climático (más detalles aquí). Las sequías, olas de calor, huracanes y otras catástrofes perturban cada vez más la actividad económica y amenazan las cosechas (impulsando al alza los precios de los alimentos). Al mismo tiempo, los reclamos para llevar adelante la descarbonización están propiciando una menor inversión en la producción de combustibles fósiles antes de que las inversiones en energías renovables sean productivas. Adicionalmente, debido a la invasión humana de ecosistemas frágiles y al deshielo del permafrost siberiano es probable que aparezcan virus desconocidos y se produzcan nuevas pandemias.

5. La guerra informática está elevando los costes de seguridad pública y ciberseguridad.

En la actualidad, la creciente deuda pública y privada (como porcentaje del PIB) y los gigantescos pasivos sin respaldo financiero de la seguridad social y los sistemas de salud -tanto en el sector público como en el privado- suponen un grave riesgo financiero. Los Bancos Centrales se enfrentan en este contexto a una “trampa de la deuda”: sus intentos para reducir la inflación conllevarían un aumento de los tipos de interés que elevarían la carga del servicio de la deuda; esto, a su vez, llevaría a una insolvencia masiva, una cascada de crisis financieras y graves secuelas en la economía real. Por consiguiente, dado que los gobiernos no logran reducir su elevada deuda y déficits con un menor gasto o una mayor recaudación, están recurriendo al denominado “impuesto inflacionario”: transferencia forzosa de riqueza de las personas que tienen dinero hacia los bancos y gobiernos.

Comentarios