La semana en que murió la democracia: la decisión de Sophie

La decisión de Sophie, 1982
A mediados de agosto de 2016, el profesor de Teoría Política Yascha Mounk (Harvard) escribió en Slate Magazine un artículo titulado "The week democracy died" en el cual señala que la democracia liberal que conocemos murió en la semana del 11 de julio (en España véase un breve reportaje aquí). ¿Por qué? Esa semana se confirmó que el Reino Unido quiere abandonar la UE, se produjo un nuevo atentado terrorista por parte de un radical musulmán en Niza, en Turquía fracasó un golpe de estado (o tal vez no, y se produjo un autogolpe) y Trump se convirtió en el candidato republicano que optará a la presidencia de EEUU.

Para Mounk se asiste a una confrontación entre dos bloques. Por una parte, ciudadanos que quieren utilizar la democracia para impulsar programas políticos contrarios a los intereses de las elites. Por otra parte, las elites quieren defender la democracia liberal pero desconfían de las urnas. En palabras del autor, "Democracia antiliberal versus Liberalismo antidemocrático". Las razones de esta confrontación obedece al deterioro de la calidad de vida de las clases medias (véase la entrada Milanovic: Globalización y Desigualdad) y, a su vez, ha provocado una desafección muy profunda con la clase política (según Mounk, los ciudadanos están tan desencantados con los políticos que les consideren responsables de su empobrecimiento y de su pérdida de oportunidades). La consecuencia ha sido un aumento de los movimientos populistas de derecha e izquierda que echan la culpa de los problemas económicos a determinadas minorías (inmigrantes, musulmanes, etc.) y/o las elites económicas y políticas. Frente a esto las elites gobernantes están reaccionando con políticas que intentan preservar los derechos individuales pero que están dejando de lado la voluntad de la mayoría.

Si en el futuro no se consigue que los derechos inviduales sean compatibles con el bien común es posible que nos enfrentemos a la decisión de Sophie (video sobre la decisión aquí): o bien sacrificamos nuestros derechos para salvar la democracia, o bien abandonamos la democracia para preservar nuestros derechos individuales (más detalles aquí). Más noticias preocupantes, ¿qué sucedería si la democracia no produjera crecimiento económico? Relacionado con esto, muy expresivo el último artículo de Milanovic: Why might the rich be indifferent to income growth of their own countries?

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