La Revolución 3.0

Canal Street, Nueva Orleans. Original aquí
Siguiendo con nuestras entradas relacionadas con el significado de La Revolución (primera parte y segunda parte), vamos con la tercera entrega. Os reproduzco un diálogo de la película “Mátalos suavemente” (2012) entre Richard Jenkins (el conductor) y Brad Pitt (Jackie Cogan). De fondo un discurso de Obama y su famoso “Yes, we can” en las elecciones presidenciales de 2008 y el desastre ocasionado por el huracán Katrina en 2005 en Nueva Orleans.

Obama en la TV: … de reivindicar el sueño americano y reafirmar esa verdad fundamental que “entre muchos somos uno”.

RJ (Richard Jenkins): Has oído eso. Va por ti.

BP (Brad Pitt): No me hagas reír. "Somos un pueblo", es un mito creado por Thomas Jefferson.

RJ: Oh. Ahora vas a hablarme de Jefferson.

BP: Amigo mío, Jefferson es un santo norteamericano. Escribió la frase: “Todos los hombres fueron creados iguales”. Que él no se creía, pues permitió que sus hijos vivieran como esclavos. Era un snob harto de pagar impuestos a los británicos. Sí, escribió unas bellas palabras y agitó a la plebe que luchó y murió por ellas. Mientras él se recostaba, se bebía su vino y se follaba a su esclava. Este tío (Obama) quiere que creamos que vivimos en una comunidad. No me hagas reír. Yo vivo en América (EEUU). Y en América estás solo. América no es un país. Sólo es un negocio. Así que paga, ...

P.D. Dedicado a tod@s aquell@s que siguen creyendo en las ideologías. Que pretenden convencernos de que existe derecha e izquierda, conservadores y progresistas, de que unos son los malos y otros son los buenos, o al revés (da igual). Y dedicado a tod@s aquell@s que saben de todo y obviamente cómo solucionar todos los problemas políticos y económicos. Como diría Erasmo de Rotterdam si amo la libertad es imposible que sirva a un partido político.

Reproduzco nuevamente el siguiente texto de Stefan Zweig: Erasmo de Rotterdam. Triunfo y tragedia de un humanista (para situarnos en contexto, Lutero y Erasmo abogan por una reforma de la Iglesia de Roma... nunca llegarán a ponerse de acuerdo). Creo que queda bastante claro.

"Sin embargo, nada sería más erróneo que ver en el humanismo, y desde luego en Erasmo, unos demócratas y unos precursores del liberalismo. Ni por un momento piensan Erasmo y los suyos en conceder al pueblo, inculto y menor de edad (para ellos un inculto es un menor de edad), el menor derecho, y aunque en abstracto aman a toda la humanidad, se guardan mucho de tener nada con el vulgus profanum. Mirado con más atención, no hacen sino sustituir la vieja arrogancia aristocrática por una nueva, una soberbia académica que se prolongó tres siglos y que únicamente reconocía el derecho a decidir sobre qué era justo o injusto, moral o inmoral a los que sabían latín, a los universitarios. Los humanistas están tan decididos a gobernar en el mundo en nombre del derecho como los príncipes en el de la violencia y la Iglesia en el de Jesucristo. Su sueño es la oligarquía, un dominio de la aristocracia de la cultura: sólo los mejores, los más cultivados, deben asumir la dirección de la polis, del Estado. En virtud de su saber superior, de su manera de ver las cosas, más clara y más humana, se sienten los únicos llamados a intervenir como mediadores y dirigentes en los conflictos -para ellos necios y atrasados- entre las naciones, pero no quieren conseguir esta mejora de la situación con la ayuda del pueblo sino ignorando a la masa". (p. 107)
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"Pues precisamente este menosprecio por el pueblo, esta indiferencia a la realidad, arrebatan toda posibilidad de durar al imperio de Erasmo y el efecto inmediato a sus idas: el error consustancial del humanismo fue querer aleccionar al pueblo desde arriba en vez de intentar entenderlo y aprender de él. Estos idealistas académicos creían que se impondrían por la sola vastedad de su imperio, por el hecho de tener en todos los países, cortes, universidades, monasterios e iglesias servidores, enviados y legados que anunciaban orgullosos los progresos de la eruditio y la eloquentia en territorios hasta entonces bárbaros". (p. 109).
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"Yo (Erasmo) amo la libertad y no quiero ni podré jamás servir a un partido". (p. 167)
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Intenté enterarme de si Erasmo de Rotterdam era de aquel partido pero cierto comerciante me contestó: "Erasmus est homo pro se" (Erasmo sólo responde de sí mismo). Epistolae obscurorum virorum, 1515.

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